Resumen de la primera sesión del juicio de Mónica Caballero y Francisco Solar. 8 de marzo de 2016.

Se trata de un breve resumen para difusión que luego se profundizará.
PRIMERA SESIÓN DEL JUICIO DE MÓNICA CABALLERO Y FRANCISCO SOLAR

Justo al empezar el juicio, uno de los abogados de la defensa interviene para recordar a la sala que se había presentado un escrito argumentando falta de imparcialidad por parte del tribunal y el cambio de éste. También se solicita otro formato de juicio, en el que los acusados declaran en última instancia, después de todos los testigos y peritos. Ante la negativa del tribunal ante ambas cuestiones, el juicio comienza con las declaraciones de Francisco y Mónica, que se niegan a responder a las preguntas del fiscal y de la acusación particular, respondiendo únicamente a las preguntas de sus abogados.

Ambos se han reafirmado en las ideas anarquistas, han negado la responsabilidad del ataque a la Basílica del Pilar, así como de pertenecer a ninguna organización, que como la misma literatura policial describe, consta de líderes y jerarquías. Francisco declaró antes de ser interrumpido por la jueza del tribunal, Angela Murillo: “Sí, soy anarquista porque entiendo que es la libertad alejada de toda coacción. Pienso que la creatividad individual surge cuando no hay autoridad, ni órdenes ni mandamientos rectores, que sólo atrofian y degradan la conducta humana. El Estado implica subordinación y es contrario a todo intento de libertad, implica también la existencia de usureros y explotadores”. Y sobre las organizaciones… “coartan la libertad individual y reducen la iniciativa de las personas a pautas de comportamiento previamente establecidas.” Y Mónica: “Cualquier base jerárquica es incompatible con mi ideología y forma de pensar, ya que cualquier cúpula de Poder es dañina y coarta al ser humano.” Y respondiendo a una de las preguntas de su abogada, aprovechó para reafirmarse en sus vínculos de afinidad y en la solidaridad con otros compañeros presos.

Después de las declaraciones de los compañeros, es el turno de los testigos, empezando por diferentes miembros de la Policía Nacional, nueve de ellos en total, que participaron en algún punto de la investigación. En esas declaraciones, se incurre en algunas contradicciones sobre la colaboración y flujo de información que brinda el Estado chileno y sobre cómo pudo influir este hecho para que la investigación se centrara en Mónica y Francisco. En este sentido, uno de los abogados de la defensa ha presentado como prueba una nota de prensa de la Dirección General de la Policía Nacional, en el que en su día se informaba de la operación y se asumía como una logro de la colaboración entre Estados. Sin embargo, el tribunal no lo ha tenido en cuenta. También se cuestionó la metodología empleada para la identificación de los acusados y por tanto la veracidad de sus resultados.

Acto seguido, proceden a declarar los testigos presenciales de la explosión en el templo religioso. En primer lugar, la mujer que alega lesiones en un oído ha declarado como, mientras rezaba, dos personas se acercaron a ella y una de ellas le avisó que tenía que abandonar el lugar. Sin embargo, no puede confirmar ni siquiera si se trataba de dos hombres o de un hombre y una mujer. Simplemente vió el perfil de un hombre al que no podría identificar. Los otros dos testigos son un guardia de seguridad y un celador de la Basílica del Pilar, que a parte de describir el momento de la explosión se esforzaron en transmitir la sensación de gran peligrosidad del artefacto.

Cabe decir también que días antes del juicio, el Cabildo de Zaragoza se retiró como acusación particular.