La mano que mece la Piñata

La mano que mece la piñata

Respuesta de algunxs anarquistas de una casa
registrada en la “Operación Piñata”
Sobre los registros y detenciones del 30 de abril

Entendemos este nuevo golpe represivo del Estado como una continuación de
las investigaciones que comenzaron con los seguimientos a cinco de nuestrxs amigxs y
compañerxs, entre ellxs, Mónica y Francisco, y a determinados entornos libertarios y
anarquistas de Barcelona, y que terminaron con la prisión preventiva de estos últimos
dos hace ya un año y medio. Cerrando esta la primera etapa de la investigación llevada a
cabo por el juzgado de instrucción numero 6 de la Audiencia Nacional, bajo la supervisión
del ya conocido juez Eloy de Velasco. Y que continuaron, un año más tarde, después de
meses de seguimientos y escuchas, con la ejecución de la “Operación Pandora”, llevada
a cabo por el cuerpo de policía autonómica de Catalunya (Mossos d’esquadra), que
culminó con 13 detenidxs en Barcelona, Sabadell, Manresa y Madrid, de los cuales 7
compañerxs son enviados a prisión provisional por el juzgado de instrucción número
3 de la Audiencia Nacional, el juez Bermúdez. Éstxs compañerxs permanecen un mes y
medio bajo régimen FIES 3 con las correspondientes restricciones del artículo 10 en la
mayoría de los casos, siendo puestos en libertad bajo fianza a finales de enero.

El lunes 30 de marzo, la policía nacional, bajo la orden de Eloy de Velasco,
ejecutó 17 registros, en Palencia, Madrid, Granada y Barcelona: en total 6 centros
sociales y 11 viviendas. La “Operación Piñata”, tal y como se la ha denominado, se saldó
con la detención de 37 compañerxs, 13 acusadxs de resistencia y desobediencia y otrxs
11 de usurpación [okupación], que salieron a la calle entre el lunes y el martes, y que
quedaron a la espera de juicio.

El miércoles 1 de abril, pasaron a disposición de la Audiencia Nacional lxs otrxs
15 compañerxs bajo cargos de pertenencia a “organización criminal con fines terroristas”.
10 han sido puestxs en libertad también a espera de juicio y 5 han sido enviadxs a prisión
preventiva.

A nosotrxs no nos interesa cuantas operaciones quieran hacer contra el entorno
anarquista, no nos interesa cuantos nombres cutres quieran usar para que los medios de
comunicación puedan hacer titulares espectaculares y condenatorios.
Vemos tres claras etapas que no tienen porque haber sido planificadas pero, sí que el
desarrollo de una ha ido posibilitando la siguiente ola represiva.

En el primer golpe, el poder buscó a lxs supuestxs responsables de un
hecho concreto, la colocación de un dispositivo explosivo. El cuerpo de policía
nacional detuvo a Mónica y Francisco y a tres compañerxs más. Dada la escasez
de pruebas continuaron con una investigación que uniera el delito con una red
más amplia de gente. G.A.C entra dentro de sus tesis de condena legal, como
un elemento que engrosa el caso, sin importar tanto la calidad de las pruebas.
Así se llega al segundo golpe represivo: se busca la “cúpula” de dicha organización,
deteniendo a compañerxs del entorno anarquista y del entorno de Mónica y Francisco.
En el tercer golpe se atacan los vínculos de solidaridad y de supuesta colaboración en
los hechos que sucedieron en La Almudena y el Pilar y (lo más ridículo) “hechos” que
no llegaron a cometerse, como un supuesto atentado en la coronación del rey, (según
la prensa). La “Operación Piñata” fue dirigida hacia aquellos compañerxs y amigxs
que habían estado cerca de lxs detenidxs y encarceladxs en la “Operación Pandora”.
Fue, y es un mensaje del poder hacia todxs los que mantenemos determinadas ideas y
amistades.
Pinceladas respecto al contexto represivo

La línea de ataque represivo que utiliza la justicia del estado español, está bien
definida. Por un lado, desde el fin de ETA como banda armada, tienen la necesidad
estructural de tener un enemigo interno para mantener un aparato represivo creado
para este fin y de esta manera justificar su sueldo. Desde entonces, todo este aparato de
persecución, investigación y condena, que esta aparentemente obsoleto, ha sido dirigido
a el independentismo gallego , al yihhadismo y al anarquismo radical (como ellos lo
denominan). Todo esto sucede en el mismo momento que hay modificaciones de leyes
con más intención restrictiva, leyes que sancionan y condenan entre otras cosas a la
protesta callejera, y que apuntan ahora también a quienes realmente ponen en riesgo su
estabilidad: la gente.

En este sentido, los hechos de París, han sido un paso más para que todos
los estados europeos adapten la democracia a una nueva era. El estado español se
enorgullecía de tener la ley más restrictiva de toda la unión europea a nivel de terrorismo:
el camino ya estaba allanado, la estructura seguía funcionando… Hemos visto como en
los últimos golpes (sobretodo en los casos llamados “Pandora” y “Piñata”) uno de los
objetivos de estos es equiparar ideologías y críticas, que son antagónicas en muchos
casos, al estereotipo que mejor se adapte al modelo de terrorista de la época.

Así la prensa se encarga de poner en primera página la detención de yihadistas
(entre ellos dos menores de edad), la detención de anarquistas acusados de pertenecer
a banda terrorista y la detención de un hombre con un arsenal de armas en su casa o de
grupos de ultraderecha, según les convenga.

En esta última legislatura, el PP junto al PSOE, visualizaron un problema para el
futuro: que la agudización de las diferencias sociales podría traer problemas de estabilidad.
Por eso se apresuraron a darle forma a un conjunto de leyes, como la llamada “ley mordaza”.
Con la tasa de desempleo por los aires, y la “corrupción” de los políticxs en la prensa,
el descreimiento hacia la clase política, evidentemente iba a traer conflictos sociales.

Son tiempos de restructuración política y por lo tanto de restructuación represiva.
En este sentido, los partidos políticos de oposición hacen también su juego poniéndose en
contra, el espectáculo casi que los obliga a esto. Izquierdistas, ayer represores, se hacen la
foto amordazandose la boca en el senado, intentando así atraer a toda esa masa de gente
“descontenta” que ya no cree en los políticos y en sus mentiras; las izquierdas radicales,
como Podemos, Guanyem, o la CUP… también intentan sacar tajada de las luchas sociales.
La dramaturgia democrática continúa. Cualquier golpe represivo es utilizado como una
distracción o como un elemento más para llenar las urnas de cualquier partido. Al fin y
al cabo es pan y circo.

Como anarquistas no nos identificamos con ningún partido político, con o sin
historia a construir sobre los pilares del capital, el estado, la desigualdad y la sumisión social.
Nosotrxs no nos identificamos con ningún movimiento social que busca la reforma de
“X” ley represiva, o que se manifiesta violentamente en búsqueda del estado de bienestar
perdido. Nosotros no tenemos la ideología del currela, que mientras tenga trabajo está
contento, sin importar para qué sistema político trabaje.
Entendemos que la “ley mordaza” no está hecha para detener a lxs anarquistas y lxs
libertarixs, dado que su accionar en la península ibérica es extremadamente reducido;
entendemos que este conjunto de leyes está orientado a detener la radicalización de los
llamados movimientos sociales. Que es un seguro más que necesita el poder para frenar
la rabia de la gente a nivel de calle y de comunicación. Los dos lugares dónde la historia
reciente ha demostrado que las cúpulas y los dirigentes pueden perder su democrático y
“horizontal” poder. Por lo tanto, no pretendemos victimizarnos, ni utilizar esta estrategia
de “golpeados por las nuevas leyes represivas” solo por el hecho de hermanarnos con
las masas en las calles. Si nos hermanamos con las masas es más por ser cómplices de
estos momentos en los que la lucidez se hace tan concreta y simple que la masa deja de
ser rebaño, deja de ser masa y se convierte en gente pensante que responde los ataques
cotidianos de este sistema económico y político.

A nosotros no nos interesa si la investigación la lleva el cuerpo de la policía
nacional o si son los mossos, porque no nos interesa quienes son los que nos revientan la
puerta y nos reducen dentro de nuestras casas apuntándonos a nuestra cabeza y a la de
nuestrxs compañerxs. Porque la justicia de la democracia tiene sólo una lógica, y es la de
aplastar a cualquier disidencia que cuestione su poder y su forma de mantenerlo.

Todos ellos siguen sin comprender nuestras ideas y los vínculos con nuestrxs
compañerxs, estén dentro o fuera de sus muros.

Siguen sin comprender que nosotrxs no legitimamos sus fronteras… siguen
sin comprender que cuanto más nos presionan, nuestras ideas se hacen más fuertes-
nosotrxs nos hacemos más fuertes. Cuanto más intentan cuestionar nuestros vínculos,
más cerca y más apoyados estarán nuestrxs amigxs y compañerxs.

Ellos intentan atemorizarnos, de todxs depende que el miedo cambie de bando.
La represión que vivimos hoy es la consecuencia lógica de nuestros deseos y de nuestro
sentido de la vida y de la política. Si sus golpes son para neutralizarnos y mantenernos al
margen, el resultado conseguido es el contrario.

Nuestrxs compañerxs jamas fueron olvidados, ni por un segundo y a pesar
de los golpes represivos y la dispersión, nunca han faltado lxs amigxs que realizan las
visitas,nunca han salido de nuestros corazones, allí permanecen. Y aunque mañana
desalojen nuestras casas, siempre seguirá habiendo un espacio para ellxs o para cualquier
compañerx.
Más vivos que nunca en nuestros corazones todos los que estén dentro de sus muros!
Solidaridad con nuestrxs compañerxs ahora y siempre!
Salud anárquica!
Desde la tripa…

Rabia. Ése es el primer sentimiento. Después la tristeza, el dolor por nuestros
cinco compañeros secuestrados por el E$tado. Cinco compañeros más. No saber
muy bien qué sigue, cómo seguimos luchando bajo un sistema, unas leyes, que están
convirtiendo cualquiera de nuestras acciones en un delito. Cómo luchamos con y contra
el miedo de pensar quiénes serán lxs siguientes. Porque habrá siguientes y ellxs volverán
a utilizar como pruebas nuestras formas de solidaridad. Y entonces, cuál es la opción.
Qué hacemos, cómo plantamos cara más allá de decir o escribir que estamos plantando
cara.

Hablan los periódicos de anarcoterrorismo. Es una historia vieja hablar de
lxs anarquistas como terroristas, hace más de un siglo que determinadas prácticas han
sido nombradas de esta forma. Desde la propaganda por el hecho hasta lxs ilegalistas,
pasando por bandidos y expropiadores. Y sin embargo, el significado que tenía esa
palabra hace un siglo ha ido cambiando sutilmente. En la península histérica, el discurso
hace unas décadas se centraba en ETA. Pero ETA como tal se disolvió, pactó con el
gobierno. Tregua lo llamaron. Fin de las armas.

Pero el E$tado sigue necesitando de enemigos para legitimar sus leyes
y sus reformas. Necesita justificar la represión, la falta de libertad, el control en esta
macrocárcel en la que muchxs de nosotrxs vivimos. Y una de las formas que tiene
de hacerlo es construir figuras fantasmales, organizaciones fantasmales. Estructuras
fantasmales regidas por unas jerarquías que incluso contradicen los mismos principios
de sus presuntos participantes. Ha cambiado su definición de cómo es una organización
terrorista y sin embargo, siguen usando la misma fórmula, porque es ésa la que las
personas reconocen. Hablan de cúpulas y de secciones regionales. Hablan de formación
de cuadros. La España democrática necesita de figuras visibles que alimenten el miedo
de lxs ciudadanxs, que resuciten a lxs muertxs del pasado. Que traigan de vuelta las
bombas en espacios privados disfrazados de espacios públicos.

Mientras ellos, bajo la tupida sombra de sus leyes, asesinan, encierran, destruyen
la tierra que pisamos, contaminan, expulsan, deportan… Terrorista, dicen, es quien
provoca terror en la población. Pienso qué mayor terror puede unx conocer que unos
ojos que han perdido la vida, la libertad, la esperanza. Qué mayor terror que las personas
que se ahogan en el mar. Qué mayor terror que las personas que han sido torturadas
física, psíquica y sexualmente por los cuerpos uniformados. Qué mayor terror perder tu
casa, la posibilidad de alimentarte a ti y a lxs tuyxs. Qué mayor terror trabajar ocho horas
al día para quedarte pegada a tu teléfono móvil o a la TV en tus ratos libres.

Hipocresía entonces. El terror lo generan ellos, pero somos nosotrxs lxs
terroristas cuando no nos conformamos. Cuando escribimos textos. Cuando convocamos
manifestaciones o concentraciones. Cuando enviamos cartas. Cuando realizamos
charlas o escribimos libros o hacemos carteles. Cuando autogestionamos nuestros
espacios y el apoyo económico a nuestrxs compañerxs. Cuando nos reunimos. Cuando
nos comunicamos. Cuando colgamos pancartas. Cuando realizamos cualquier acción.
Cuando liberamos espacios. Cuando nos negamos a participar de la farsa asalariada.

Y por terroristas, orquestan operaciones policiales en contra de nosotrxs.
Señalan con el dedo e invaden nuestras casas y nuestros espacios. Nos requisan materiales
inflamables como libros, ordenadores, usbs. En la era del gas natural, las bombonas de
butano son elementos peligrosos y subversivos. Los carteles panfletarios se convierten
en pruebas irrefutables. Navegar con seguridad por Internet, enviar correos cifrados es
clara muestra de la existencia de un secreto peligroso que amenaza la seguridad del
E$tado. La solidaridad, en cualquiera de sus formas, se convierte en una actividad
delictiva.

Llevamos años gestionando sus golpes bajos. Años viendo cómo detienen a
nuestrxs compañerxs. Dos años sin Mónica y Francisco. Un par de meses desde que
vimos salir libres a lxs compañerxs detenidxs y encarceladxs por la llamada Operación
Pandora. Apenas dos semanas desde una mañana de lunes en la que el teléfono empezó
a sonar constantemente trayendo cada vez peores noticias. Apenas dos semanas desde
que una piñata intentó paralizarnos una vez más.

Lo pensamos y vemos el hilo conductor que atraviesa todas estas detenciones,
todos estos operativos policiales difundidos tan burdamente en los medios masivos.
Entendemos que quieren que nos detengamos, que el miedo y la paranoia nos paralice,
que se fracturen nuestras formas de organización. Que nos amoldemos a este sistema
autoritario de mierda.

Tenemos la voz quebrada y el corazón hecho trizas, pero nada ni nadie, ninguno
de sus terrores nos va a detener. Nos duele cada compañerx que se han llevado y que
ahora pasa sus días en un espacio mínimo con una ventana minúscula. Nos duelen sus
métodos punitivos, pero afrontaremos éste y cada golpe que venga y cada vez seremos
más fuertes.

Que el miedo y la rabia se conviertan en nuestros motores.
Nuestrxs compañerxs no están solxs, nunca lo estarán. Seguiremos adelante aunque nos
vaya la libertad o la vida en ello.
¡Jamás vencidxs, jamás rendidxs!
Crónica de uno que se cayó de la piñata

Debido a la falta de legitimidad para justificar los aparatos represivos que se
llevan desarrollando durante años (endurecimiento de las leyes, modernización de los
métodos de vigilancia y control, acoso policial…), con la finalidad de facilitar al Estado un
mayor control sobre la población y sobre todas las esferas de la vida (pública y privada).
El Estado pretende evitar que el descontento popular se desborde más allá de los cauces
institucionales, subordinados bajo su control, que pudieran llevar a una ruptura en la
relación entre gobernantes y gobernadxs

El Estado debe defenderse, con todas las de la ley, aunque sea de la propia
población, y para esto cualquier método de contención es válido, y no hay mayor
peligro para el mantenimiento de una sociedad basada en la imposición de una injusta
autoridad, que la divulgación de las ideas anarquistas

En contraste, una nueva guerra mundial se va desarrollando a continentes
de distancia y que salpica en forma de terrorismo a las economías desarrolladas, una
justificación suficientemente válida, para ellas, para cerrar el Estado de Derecho y llamar
“terrorista” a toda aquella persona que no acepte su barbarie. Una guerra motivada por
los intereses de dominación mundial de las grandes potencias, bajo el amparo de las leyes
que ellas mismas imponen. Un régimen de dominación mundial basado el la imposición
de nuevas y viejas fórmulas de explotación humana y de los recursos del planeta (hasta
del Sol) que favorezca sus intereses, para subyugar a todo el planeta.

Lxs anarquistas no tenemos ninguna duda de la inviabilidad de los aparatos de
gobierno para solucionar ningún problema, es más, consideramos que estos son la causa
principal de lo mal que está el mundo. Y somos conscientes de la instrumentalización
política que se quiere hacer respecto a los últimos acontecimientos represivos, sabemos
que el inherente deber de todo gobierno es reprimir toda disidencia. El anarquismo,
por definición, desde sus comienzos (hace siglos) forma parte inseparable de ella y de
la tradición revolucionaria y cultural de la Historia de la Península Ibérica, y este es su
objetivo a día de hoy, borrarlo del mapa para despejar el escenario político en tiempo
de elecciones… Nos dan igual lxs buitres que revoloteen en torno al golpe represivo que
acabamos de sufrir, que saquen tajada política en forma de votos sea quien sea, que
instrumentalicen como quieran esta oleada represiva para ganar, quitar o limpiarse el
culo con los votos. Ya sabemos que dentro del oportunismo político todo vale, por eso
lxs anarquistas siempre hemos practicado la insumisión a su farsa electoral por medio de
la abstención. Porque nos da igual quién gobierne, y así nos lo han demostrado gobierno
tras gobierno.

La causa por la Libertad crece a diario en cada relación cómplice, de amistad
o compañerismo que se opone al empleo de la autoridad, asentada en la solidaridad, la
igualdad, en la búsqueda de una sana convivencia basada en la “no imposición”… Y eso
es precisamente lo que temen, que no tengan tiempo para “recuperar” esa pérdida de
legitimidad, cada vez más evidente, de las instituciones estatales, y se suceda un cambio
revolucionario que haga que todxs seamos libres del dominio del terror que impone el
Estado.

El descontento social es evidente y el Estado cierra filas (Ley Mordaza, Reforma
del Código Penal, Ley Antiterrorista…) para mantener su posición de poder sobre la
población. En el actual contexto político pueden verse tres procesos paralelos:

1/ La ruptura con las garantías que ofrecía el llamado Estado de Bienestar
(desahucios, corralitos económicos, recortes en sanidad, educación, servicios…),
estructuras que hasta el momento mantenían en latencia la conflictiva relación entre la
población y las instituciones de gobierno. Esta pérdida de garantías, traducidas en “el
derecho a sobrevivir si te sometías”, viene paralela a una crisis de legitimidad ante los
escandalosos casos de corrupción que venimos viendo desde hace tiempo, tanto en los
poderes económicos como en los políticos.

2/ El florecimiento y expansión de redes antiautoritarias, asamblearias y
autogestionadas (no sólo anarquistas). Ya que el Estado, en tiempos de crisis, no es capaz
de ofrecer ninguna garantía, salvo la represión para quien proteste, la sociedad esta
organizandose por si misma, de forma independiente a las instituciones de gobierno,
cada vez con mayor naturalidad.

3/ La imposición de un Estado Policial (que sorprende incluso a la propia policía),
que se refleja en una represión desmedida contra la sociedad civil lamentablemente
con demasiados precedentes, pasados y recientes. Las brutales cargas policiales contra
las emergentes manifestaciones masivas (antes cuando eran cuatro gatos pasaban más
desapercibidas), el empleo indiscriminado de la represión y la violencia para imponer
leyes, que ellxs mismxs saben que son injustas (desahucios, protestas estudiantiles y
vecinales, desalojos, seguimientos, controles de migrantes, deportaciones…), pero que
todos los partidos políticos querrán abanderar para volver a encuadrar a la disidencia
política dentro de las vías institucionales.

Estos tres procesos paralelos son los que están definiendo el cambio de modelo
social que estamos viviendo ahora, y ponen en evidencia la labor represiva del Estado
para con la sociedad y el individuo. Y esto puede degenerar en un posible cambio
revolucionario que lo haga desaparecer, como esta ocurriendo ahora, cada vez de más
esferas de la vida de sus ciudadanos. O hacia la deriva totalitaria que están adoptando
las actuales democracias, recrudeciendo sus leyes “antiterroristas” y recortando lo que
llaman “derechos y libertades” para que la población no pueda revelarse, si alguna vez se
le ocurre.

El experimento continua con el movimiento anarquista, un cáncer histórico
que el Estado quiere extirpar desde tiempos de la “Mano Negra”, por ser la oposición
constante a todo método de gobierno basado en la autoridad. La represión que sufre el
movimiento anarquista no empieza ni mucho menos con la Operación Pandora, como
enemigxs de toda autoridad se nos ha reprimido a lo largo de toda la historia durante
siglos, porque defendemos la forma de sociedad más lógica, la Anarquía y eso no gusta
que se difunda a quién quiere detentar el poder, jamás renunciamos a nuestro objetivo
de poder vivir algún día sin gobiernos, si ahora se le llama a esto ser “terrorista”, cuando
la Real Academia de la Lengua Española lo diga, seremos “terroristas” (“Terrorismo
s.m. Dominación por el terror”) que la sociedad juzgue quién domina a quién y quién
atemoriza a quién.

De momento, alguien debe de estar muy convencido de que sí que lo somos
y ha comenzado la “Operación Piñata”: En la mañana del 30 de marzo, 28 personas
han sido detenidas y han registrado numerosos centros sociales y viviendas en Madrid,
Barcelona, Palencia y Granada. Estas detenciones se producen tres meses después de que
la Audiencia Nacional ordenara la Operación Pandora, que terminó con la detención
de otras 11 personas. El crímen: “pertenencia a organización con fines terroristas”,
recientemente cambiada la Ley Antiterrorista, donde, “querer subvertir el orden
establecido” forma parte de su definición, además de la nueva cadena perpetua recién
aprobada.

Éramos 15 los detenidxs y otras 13 personas más durante los registros. El 1 de
abril salimos 7 de “lxs peligrosxs terroristas” y se quedaron 5 dentro, se los llevaron a la
cárcel. El día que salimos había convocada una manifestación y les dieron de lo lindo,
hubo 30 heridxs y 4 detenidxs, que se pasaron tres días detenidxs en calabozos como
nosotrxs. Un saldo de más de treinta detenciones en tres días.

El caso de uno de los que se encuentran en prisión, es de especial gravedad, él
ya estuvo en prisión por la Operación Pandora y salió en libertad, pagando fianza y le
han vuelto a meter en la cárcel por querer rehacer su vida. Ni en las peores dictaduras te
llevan preso dos veces por el mismo delito, para eso no haberle hecho creer durante dos
meses que era una persona “libre”.

Se nos acusa de “pertenencia a organización con fines terroristas”, somos
anarquistas y sí, estamos en contra de que haya gobierno, no queremos ser gobernadxs.
Ahora, con la nueva Ley Antiterrorista, resulta que querer vivir sin Estado es tener “fines
terroristas”, por reivindicar una sociedad de hombres y mujeres libres, sin la imposición
de autoridades institucionales que nos limiten. En contraste con este régimen del terror
que estamos viviendo ahora, que criminaliza las ideas.

Todo ese invento de “estructura jerarquizada” demuestra que quién lo ha
redactado no tiene ni idea de la propuesta organizativa que ofrece el anarquismo, no
tenemos nada que esconder porque todo lo publicamos, revistas, panfletos, discos duros,
teléfonos, ordenadores, libros… ¿Dónde están las bombas? ¿y jefes y jerarquías? ¿desde
cuándo? somos Antiautoritarixs, nos organizamos entre iguales. En vez de apilar nuestra
propaganda en forma de pruebas incriminatorias ¡qué empiecen a leerla! conocerán otra
forma de entender el mundo mucho más pacífica y saludable que la que ellxs imponen
por la fuerza. Si se habla de “líderes” y “cabecillas» es que no se tiene ni idea de lo que es
el anarquismo ¿Tan mal está el sistema educativo?
¡AHORA Y SIEMPRE! ¡LIBERTAD ANARQUISTAS PRESXS!
¡LIBERTAD PARA TODXS! ¡ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES!
La represión y sus mitos
Hemos creado un mito. Este mito es una fe, un
noble entusiasmo. No necesita ser una realidad.
Benito Mussolini

Los mitos son la construcción simbólica de un relato que quiere moldear la
forma de ser de un sujeto social, pero ante todo son una creación artificial que urde una
estrategia de control. Los mitos son medios de gestión de la realidad, pero no necesitan
de una realidad. Están justamente para alterar el orden simbólico, es decir, para crear
artificialmente una realidad.

El tándem Pandora-Piñata es ante todo un golpe simbólico. Ataca directamente
los símbolos y las ideas porque la batalla de hoy se libra en un plano donde las cosas no
existen sino como representaciones de sí mismas y solo tiene valor el significado que se
les asigna y no lo que son.

Desde los chamanes, el matrimonio, los ritos, las sociedades, las coronaciones
y los uniformes, hasta los noticiarios, la publicidad y el espectáculo; todo trata de
establecer el control, el dominio de las pasiones y deseos humanos, la rigidez de una vida
impuesta, la servidumbre que sustenta los privilegios. El orden simbólico es esencial
para el desarrollo y el mantenimiento del orden social.

En un momento de agitación social y caos político-criminal, empiezan a caerse
las vestiduras de los Estados y hay quienes empiezan a señalar al rey desnudo. El Estado
es un imaginario colectivo, y su fuerza reside principalmente en la confianza o el miedo.

Irremediablemente nos aproximamos a la curva en la que todo se desploma, no
hay vuelta atrás ni soluciones mágicas, y mucho menos una salida. Las formas necesarias
de descontrol progresivo son la respuesta inevitable dentro de un sistema insostenible.
Sin embargo la respuesta que da el sistema-mundo es la búsqueda de control a cualquier
precio, tratando de salvar los cuadros mientras se derrumba el tejado.

Pero ante todo nos asalta una certeza: por más que insistan en achicar agua
no hay forma de salvar el barco. Esto no quiere decir que estemos preparadas para el
naufragio, o que estemos más cerca de vencer a nuestros enemigos, ni siquiera que
supongamos un peligro para ellos. Ante todo debemos sabernos el chivo expiatorio de
un modelo que busca en los autoritarismos su última posibilidad de mantenerse a flote.

La calificación de terrorismo no es más que el pretexto que permite, sin dar
lugar a réplica, la creación de fantasmas. El terrorista, al igual que el fantasma, puede
aparecer en cualquier lugar. El terrorismo genera la inseguridad necesaria que permite al
sistema justificarse a sí mismo. La necesidad imperiosa del enemigo siempre ha existido
en tiempos convulsos. En el mundo actual hiperglobalizado la forma del enemigo debe
responder a todas las estructuras simbólicas: se necesita tanto del enemigo interno como
del enemigo externo, el peligro dentro y fuera de los muros.

Cuando el sistema que siempre se ha vendido como el único posible y deseable
empieza a rasgar sus vestiduras y mostrar el monstruo que lleva dentro, rápidamente
busca el modo de señalar cualquier alternativa como una aberración mayor.

El sistema-paraíso que pusieron a la venta queda lejos de mostrarse como un
mundo deseable, pero cualquier otra opción se pretende un crimen o una insensatez. El
deseo se ha cambiado por el miedo. Pero el miedo también hay que alimentarlo.

Ante las últimas movilizaciones y la respuesta social de los últimos años, el
Estado se ve en la necesidad de actualizar su sistema represivo y de control social. La
puesta en escena del nuevo paquete de medidas viene acompañado de un alarmismo
social prefabricado, que los mass media se encargan de acuñar y que pretende generar
un clima de inseguridad general. Para ello se precisa de una imagen a la que acudir para
que brote esa inseguridad, la imagen del enemigo. El terrorista, como agente simbólico,
es el lubricante perfecto. De esta manera se lleva a cabo lo que se conoce como la
construcción del enemigo.

El poder tiene la obsesión del control, y los crímenes surgen de las ideas
obsesivas. Las medidas de represión no son sino la puesta en práctica de esta cultura
político-criminal. El miedo es su metodología y la construcción del enemigo y la
instauración de un clima de inseguridad global son sus formas simbólicas.

Sin las formas simbólicas, cargadas de significados e imaginarios colectivos, es
difícil sostener una ideología en una sociedad, y el capitalismo no es más que eso, una
ideología. Son estas formas simbólicas las que generan los significados que ayudan a
mantener los modelos de dominación.

De la misma manera no se necesita un escenario de violencia, basta con que
todos crean en la posibilidad de esa violencia o incluso en su realidad. La inseguridad y
el miedo que el Estado persigue son herramientas psicológicas, por lo que no necesitan
ser reales, pueden ser tan solo simbólicas. De la misma manera no necesita encerrar
a todo el mundo, basta con que todo el mundo sepa que puede ser encerrado. El gran
negocio de este siglo es el miedo.

Dicho esto, la pregunta que nos toca hacernos es la de si estamos preparadas
o no para lo que está por venir. Piñata no es un suceso, no es una anécdota; al igual
que Pandora, no se enmarca en un pasado inmediato sino en un presente constante.
Esto no es algo que sucede ahora. A lo que nos enfrentamos ahora es a la forma salvaje
y arrolladora que ha tomado la cacería represiva de los sistemas de dominación de
siempre. Es algo que sigue sucediendo.

Entonces la cuestión es justamente esa, la de si estamos preparadas, si somos
capaces de encontrar las formas de articular y organizar nuestra defensa, si tenemos
las herramientas para establecer una comunidad de apoyo y solidaridad consolidada, si
sabemos, en fin, materializar nuestras palabras y pensamientos en actos.

Lo que nos trae el futuro viene con el ímpetu del pasado, agárrense.
Queremos a nuestra gente en casa

Los cinco compañeros detenidos en la Operación
Piñata están en prisión preventiva en FIES 3, un
régimen de aislamiento que implica que todas sus
comunicaciones (cartas y llamadas telefónicas) están
restringidas e intervenidas y que solo tienen tres
horas de patio al día.
Es importante para todxs lxs presxs saber que no
están solxs, por eso te animamos a que les escribas.

No olvidamos tampoco a:

Mónica Andrea Caballero Sepúlveda
Ávila- Prisión Provincial
Ctra. de Vicolozano s/n Apdo. 206
05194 Brieva (Ávila)
España

Francisco Javier Solar Domínguez
C.P. de Villabona Finca Tabladiello
33480 Villabona-Llanera (Asturias)
España

Paul Jara Zevallos

Jorge Linares Izquierdo

Javier García Castro

Enrique Balaguer Pérez

Javier Grijalbo Adan

Centro Penitenciario

Madrid
Apdo. Correos 200
Colmenar Viejo
Madrid C.P. 28770
España

 

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