Solidaridad con Mónica y Francisco. ¡LIBERTAD PRESXS ANARQUISTAS!

De algunxs anarquistas del Estado español:

El pasado 30 de agosto, aprovechando la convocatoria de la Semana Internacional de Lucha en Solidaridad con lxs Presxs Anarquistas, varias pancartas fueron desplegadas en diversas carreteras de Madrid y de otros puntos del Estado, en solidaridad con Mónica y Francisco y el resto de presxs anarquistas encerrados en las cárceles de la democracia.
Se descolgaron pancartas en Madrid sobre los puentes de las carreteras A-42 (carretera de Toledo); en el Paseo de la Castellana; en la M30, a la altura de Las Ventas y otra cerca de Puente de Vallecas; en Santa María de la Cabeza; en la A5 en carretera de Aravaca a la altura de Colonia Jardín y otra a la altura de Casa de Campo; entre otros puntos de salida y entrada de la ciudad. Del mismo modo, otros grupos e individualidades de puntos de la península como Torreleva (Cantabria), Lorca o Mallorca, también aprovecharon el mismo día para desplegar pancartas y realizar pintadas solidarias con Mónica y Francisco.

Esperamos que esto sea un pistoletazo de salida a unos meses de agitación por Mónica y Francisco, que en breve tiempo llevarán ya 2 años secuestrados por el Estado Español.

¡Solidaridad y lucha!
¡Libertad presos anarquistas!

¡Muerte al Estado y viva la anarquía!

De Mallorca llega concretamente este comunicado:

”No sé com podem construir una societat sense presos, sense abans haver destruït el sistema econòmic, polític, social i moral actual; sense haver acabat amb els orígens dels delictes.
{…}
Com a estructura arquitectònica, la presó no és res més que un edifici. Per això, quan xerram de la lluita anticarcerària, tenim que anar més enllà dels edificis mateixos.”

Gabriel Pombo da Silva.
Centre de extermini de Langraitz,
1 de setembre de 2000.

Els passats dies 23 i 30 d’agost fou convocada a nivell planetari una setmana d’acció en solidaritat amb les companyes anarquistes preses arreu del món.

Algunes solidàries de l’illa ens férem ressò i decidirem estendre la crida de ràbia i companyonia. Per tal d’això hem duit a terme diverses accions:

Primerament, pel que fa la difusió i visibilització de les situacions de les companyes preses realitzàrem un acte públic que consistí en una breu xerrada al voltant dels últims processos contra l’anarquisme i sobre com enfocar la repressió-solidaritat. Acompanyada a posterior de la projecció del documental Filaki. Sociedad, cárceles y motines del 2007 en Grecia, amb la intenció d’aprendre i encoratjar-nos amb les lluites anticarceràries a altres indrets. Finalment, oferirem un sopar vegà a preu obert amb voluntat d’obtenir una aportació econòmica per a les companyes emmarronades de cara a possibles costos judicials, desplaçaments, i el que faci falta.

A part, com a gest anticarcerari, obrirem les cel•les de les nostres ments, ens desengrillonarem les mans de la rutina i deixarem que fessin de les seves i s’escampéssim pel carrer. Deixant clar que podran segrestar persones però no idees i reaccions, decidirem que els murs diguessin allò que pretenen amagar.

Especialment, volem acompanyar amb aquestes accions a Mónica i Francisco que pròximament s’enfronten al judici després de 2 anys d’aïllament, incomunicació i tortures ”preventives”. De la mateixa manera ho fem amb les companyes i famílies afectades per les operacions Pinyata i Pandora. Sense voler oblidar a altres resistents com Noelia Cotela, Gabriel Pompo da Silva, Juankar Santana Martín, Javier Guerrero, José Antúnez Becerra i moltes altres que ens deixem.

Activem la solidaritat, desarmem la repressió!

Fins a que totes siguem lliures i cap mur ens ho impedesqui!
Mira també:
https://juventudeslibertariasmadrid.wordpress.com/2015/09/09/accion-solidaridad-con-monica-y-francisco-libertad-presxs-anarquis

 

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Operación Piñata, llamamiento a la solidaridad.

Llamamiento a la solidaridad de parte de las personas represaliadas durante la Operación Piñata
Ya han pasado casi cinco meses desde el día que nos detuvieron bajo la acusación de pertenencia a organización criminal con fines terroristas y tal vez pueda resultar un poco extraño ver un llamamiento a la solidaridad a estas alturas. Pero, pese a las acusaciones de la policía y del juez, no somos ni éramos un grupo organizado con un trabajo en común; por ello y por haber tenido durante casi dos meses a cinco de nosotros en la cárcel, con todo el trabajo que ello comporta, no es fácil juntarnos para hablar ni para hacer ni un comunicado ni un posicionamiento frente a nada.Por eso, sale ahora este texto consensuado y que tal vez sea aplicable a la solidaridad con otras personas y colectivos.

Como bien es sabido, el pasado 30 de marzo tuvo lugar la llamada “Operación Piñata” a cargo de la Policía Nacional, en la que fuimos detenidas 15 personas entre las ciudades de Barcelona, Madrid y Palencia, todas nosotras de militancia anarquista y/o antiautoritaria.
5 personas fueron secuestradas por el Estado en forma de prisión preventiva durante 2 meses, mientras que las 10 restantes fuimos puestas en libertad con cargos a espera de juicio, todas acusadas de organización criminal con fines terroristas.

En todos estos meses, (teniendo en cuenta tambien las muestras de solidaridad en relación a la anterior “Operación Pandora”), los gestos solidarios para visualizar y mostrar el rechazo a estas operaciones represivas se han dado alrededor de todo el globo y nos han hecho sonreír en ciertos momentos grises. La solidaridad es una herramienta inherente a toda lucha y más cuando el Estado golpea.Para que ésta responda verdaderamente a su nombre no es, ni puede ser, controlable ni dirigible por nadie. La expresión solidaria no entiende ni de normas ni de jerarquías siendo así válidas todas sus expresiones.
La legitimidad de analizar un golpe represivo, o de marcar cuáles son los límites tanto discursivos como prácticos de los actos solidarios, no son ni pueden venir dados sólo por aquellas personas imputadas o las más cercanas los casos, sobretodo cuando se puede valorar que los grupos fijos o de apoyo específico no son lo único válido como perspectiva de lucha para confrontar la represión, sino que la solidaridad tiene que ir de la mano de la iniciativa individual y autónoma así como de su capacidad de adaptación en cada caso y momento de conflicto.

Considerando que no tenemos la potestad de decir ni cómo ni cuando, pero sí con la intencionalidad de hacer un llamamiento a la solidaridad y buscando que esta se extienda en todas sus formas y remarcando que, a pesar de lo que considera la acusación, las aquí fuera presentes, no tenemos ni teníamos un trabajo político previo en común, queremos definir una línea de mínimos en este llamamiento a la solidaridad:

-Que nadie hable en nuestro nombre, como nosotrxs no hablamos en nombre de ninguna otra persona ni de ningún colectivo.

-No queremos ningún tipo de vinculación con, ni que se busque el apoyo de, partidos ni instituciones políticas. Porque, como es evidente, no sólo significa un choque frontal con nuestras ideas políticas, sino porque tampoco queremos que ningún partido ni institución del Estado saque rédito político a nuestra costa.

-Que no se plantee la dualidad inocencia/culpabilidad. Sabemos que éste es un ataque a la disidencia y no somos nosotrxs las que actuaremos en términos de inocencia o culpabilidad. Buscar la absolución de «las inocentes» puede significar señalar a «lxs culpables» además de obligar (a lxs imputadxs) a posicionarse sobre determinadas prácticas en vez de analizar en sí la situación represiva. Además lo reduce todo a un mero conflicto legal —si se tiene relación con el delito o no— en lugar de valorar la represión como un hecho político.

-Que no se hable de montaje policial, pese a que en este caso se da una clara construcción de un enemigo interno gracias a la tan manida literatura policial. La palabra montaje ha sido utilizada abusivamente por parte de los diferentes movimientos de izquierda en el pasado, y su abuso deslegitima las prácticas de lucha de mucha gente además de enfrentarse a la represión sólo desde el posicionamiento del binomio inocencia-culpabilidad. Siguiendo la lógica anterior hablar de montaje policial en algunos casos deja entender que en el resto la actuación policial estaría justificada. Aun así, es evidente que la policía miente y se inventa pruebas, que los medios de comunicación propagan estas mentiras y que los jueces encarcelan sin contrastar toda la literatura policial que se les presenta en cada caso. Y esto sucede siempre, desde el atestado policial exagerado que ayuda a encarcelar al carterista reincidente hasta la enésima operación antiterrorista. Este posicionamiento, en sí mismo, es fruto de obviar la existencia de un conflicto abierto entre el Estado y todo aquel que se posicione y actúe en contra de sus intereses y su orden establecido y de cuya confrontación se deriva una represión lógica. No consideramos, dicha represión, ni más ni menos legítima cuando se efectúa en base a pruebas sobre actos que el estado decide que son delictivos (y penalizables de tal o cual modo) según sus intereses ó cuando se materializa en forma de una construcción policial en la que se encajan las piezas a su gusto… al fin y al cabo, el objetivo es el mismo: eliminar, paralizar y silenciar un discurso y unas prácticas políticas que confrontan directamente sus intereses y que por lo tanto resultan incómodas al poder.

-No consideramos los medios de comunicación de masas como canales utilizables ya que dichos medios desarrollan un papel crucial, entre muchas otras cosas, en la construcción de la imagen del enemigo necesario en cada momento. Es clara la vinculación de todos ellos con los diferentes intereses políticos así como su total dependencia de sus benefactores económicos. Es el circo mediático el que criminaliza, apunta y legitima la represión. Especialmente delicada es la situación de todas aquellas personas que están siendo acusadas de yihadismo en un nuevo intento de crear un enemigo exterior que vaya mano a mano con el enemigo interior. Ambos legitiman la existencia de todo el aparato antiterrorista.

-No es un ataque contra las ideas como algo abstracto. Detrás de las palabras hay unas prácticas consideradas mucho más peligrosas por el status quo actual y contra las que se lanzan estas acusaciones de terrorismo. La misma definición de terrorismo es voluntariamente ambigua para poder adaptarla en función de los deseos y necesidades de la policía y los jueces. Son la autoorganización, la creacion de redes de apoyo mutuo y de puntos de encuentro con otras luchas, la extensión de la solidaridad, la creación de comunidades… lo que se ataca. Y es por ello que los últimos golpes represivos, amparados en la ley antiterrorista, no están alejados de los que han golpeado a los compañeros de Galicia o al entorno de la izquierda abertzale. De la misma manera que se está atacando a lxs huelguistas, o a las compañerxas detenidas durante manifestaciones y/o desalojos, ecétera.

-También nos gustaría remarcar el hecho de que entre las personas imputadas en esta operación hay compañeras que se definen como anarquistas y otras que no y que tampoco necesitan definirse de ninguna manera. Esto es importante señalarlo porque ver en estas operaciones únicamente un ataque contra el entorno anarquista significa simplificar y reducir el conflicto x a un entorno, definido como tal desde la represión misma y aislarlo del resto de las luchas. No olvidemos que se trata de un ataque contra un conjunto de prácticas utilizadas, en el pasado y esperemos que muchas se mantengan en el futuro, por diferentes movimientos políticos.

Dicho todo esto, solo nos queda mandar un fraternal saludo lleno de fuerza a todas las compañeras represaliadas bajo diferentes casos, circunstancias e ideas políticas, especialmente a las que se encuentran secuestradas en prisión.

Entendemos la represión como algo inherente a toda lucha que busque transformar nuestra realidad de miseria y explotación. Por ello…
…la lucha es el único camino.

CAMBIO DE CORREO DE CONTACTO

Os informamos de que hemos cambiado de correo de contacto.

A partir de ahora el anterior mail dejara de estar operativo y os pedimos, por favor, que no envieis nada a esta direccion.

El nuevo mail es jamas_rendirse@riseup.net

Sentimos las molestias y pedimos difusion.

Gracias

Número de cuenta de apoyo a lxs familiares de lxs detenidxs en la operacion piñata.

El pasado día 30 de marzo de 2015 fueron detenidas 39 personas en las
ciudades de Madrid, Barcelona, Granada y Palencia durante el transcurso de
lo que se llamó “Operación Piñata”.

La intención de difundir este número de cuenta es exclusivamente para poder hacer frente a los gastos que conllevan los abogados, los recursos y otras medidas judiciales.

Os agradeceriamos que difundierais el numero de cuenta acompañado de este texto.

 TRIODOS BANK     ES64 1491 0001 2721 4912 5227

Texto enviado por individualidades anarquicas de Euskal Herriak (Castellano, Euskera)

/Castallano/

El pasado 16 de diciembre el estado español volvió a asestar un golpe represivo, bajo el nombre de Operación Pandora, deteniendo a 11 personas; represión que no nos es extraña en estas tierras donde el estado se ha cebado de manera especial durante los últimos 40 años.

Mediante este texto pretendemos -a la par que mostrar nuestro apoyo y solidaridad a las detenidas- analizar qué es el estado y por qué necesita (cuál es la función) de la represión, especialmente a los movimientos antagonistas a él.

El estado no es sino la cara pública, la burocracia, del capitalismo. Las representantes del estado -políticas (tanto las que están en el gobierno como la “oposición”), jueces, fiscales, asesoras, consejeras, policías, etc.- son quienes hacen las leyes y se encargan de hacerlas cumplir, quienes castigan a las “infractoras” -mediante multas, desahucios, encarcelamientos…-, quienes gestionan lo que se puede o no hacer. La otra cara del capitalismo son las empresarias, accionistas, ejecutivas, banqueras, etc., que se encargan de la explotación-esclavitud salarial, (re)venta de mercancías, entretenimiento-espectáculo-ocio… Aunque no debemos olvidar que apenas existe una separación-demarcación real entre las élites económica y política, puesto que estas personas suelen pasar de un ámbito a otro a lo largo de su vida.

Resumiendo, el estado (las personas que lo conforman), junto al capital forman parte de la élite privilegiada; son quienes tienen el poder (dinero y poder se retroalimentan) y son quienes oprimen al pueblo, oprimido, explotado y desposeído, carente de ningún tipo de privilegio.

Es esta condición de privilegio-poder la que lleva al estado a defenderse de quien osa ir en su contra, sean individuos aislados o sean colectivos de gente. Y como la mejor defensa es el ataque, el estado no duda en reprimir.

Con este ataque “defensivo” buscan y consiguen, a su vez, dos cosas: bien detener a las responsables directas de alguna acción o delito, bien retirar del juego a las personas más activas de algún movimiento (de liberación nacional, libertario, de defensa del territorio…). A veces las dos estrategias se funden, deteniendo a personas que no son autoras de aquello que se les imputa pero que sí son muy activas. Esto es lo que generalmente se llama montaje.

Pero la represión no tiene como objetivo único deshacerse de ciertas personas, no. Va más allá.

Un objetivo principal del ejercicio de la represión es el miedo. Generar y extender el miedo en aquellas que participan del movimiento-colectivo corriente ideológica o de pensamiento de las detenidas. Y es que el miedo es un arma poderosa e incontrolable -quien siente miedo rara vez puede controlarlo- que utiliza el estado-capital para mantener sus privilegios y su poder.

Miedo que tiene dos vertientes. Por un lado está el terror cotidiano implantado, de manera más o menos consciente, en la mente de la población en general. Terror formado por una cadena de miedos que incluyen el miedo a perder o no encontrar trabajo, que conlleva el miedo a no poder pagar la hipoteca, el miedo a perder la vivienda, el miedo a la incertidumbre… Este terror es el que mantiene a la inmensa mayoría de personas sumisas a una forma de vida esclava.

Por el otro lado, las personas implicadas en luchas pueden verse invadidas por el miedo a la represión, miedo creado por la misma represión en un circulo infinito.

Esta represión genera otros efectos además del miedo en sí mismo. Uno de estos efectos es desviar, incluso frenar, los esfuerzos, las actividades, llevadas a cabo por las personas reprimidas y su entorno, conduciendo esas fuerzas a la inactividad, a la difusión de lo sucedido o/y a la solidaridad para con las detenidas.

Entonces tenemos que el estado, como enemigo del pueblo por su papel de privilegio-poder, ejerce la represión para defenderse de sus enemigas atacando (aprovechándose de su poder) y para generar-extender el miedo-terror con el objetivo de paralizar toda actividad antagónica.

Por eso, lo único que podemos hacer es continuar en nuestros frentes de lucha, día a día, con la autocrítica, la reflexión, el debate, la acción directa, el entrenamiento físico y mental… como nuestras armas; siendo conscientes de que el enemigo, el estado-capital, atacará cuando se sienta atacado, o de manera “preventiva”

Porque vivimos en una época de guerra social permanente, destruir a las opresoras es el camino hacia la libertad.

Solidaridad con las compañeras detenidas y encarceladas, aquí y en todo el planeta.

Individualidades Anárquicas.

/Euskera/

Aurreko abenduaren 16an estatu españolak beste kolpe errepresiboa aurrera eraman zuen, “Operación Pandora” delakoa, 11 lagun atxilotuz; herrialde hauetan hain ezaguna den errepresioa, izan ere, azken 40 urteetan estatuak bereziki kolpatu ditu herrialdeok.

Textu honen bidez, atxilotuekiko elkartasuna adieraziz gain, estatua zer den eta zergatik errepresioa behar duen (zein da bere jomuga) aztertzen saiatu nahi dugu. Batik bat, mugimendu aurkariei zuzendutako errepresioa.

Estatuak kapitalismoaren alde publikoa, burokratikoa, baino ez da. Estatuaren ordezkariak –politikariak (gobernuan daudenak zein oposiziokoak), epaileak, fiskalak,aholkulariak, kontseilariak, poliziak…- legeak egiten eta betearazten dituztenak dira, zigortzen dutenak –isunen, kaleratzeen, espetxeratzeenn bidez, etab.-, zer egin daitekeen eta zer ez kudeatzen dutenak. Kapitalismoaren bestaldea enpresariak, akzionistak, exekutiboak, bankariak… dira. Hauek bere gain hartzen dute soldatapeko explotazio-esklabutza, merkantzien (bir)salmenta, ozio-espektakulu-entrenimendua… Hala ere, ezin dugu ahaztu elite ekonomiko eta politikoen arteko bereizketarik ia ez dagoela, pertsona Hajek alde batetik bestera pasa ohi baitira bere bizitzaren zehar.

Laburbilduz, estatuak eta kapitalismoak (haien ordezkariak, hots, pertsonak) pribilegiodun Elisea dira (dirua eta boterea estu loturik daude); beraz, herria –zapaldua, edukibakoa, pribilegiorik ez daukana- zapaltzen dute.

Estatuak aurkarietik bere burua defendatzen du, pribilegioak defendatzeko. Eta defentsa onena erasoa denez, estatuak errepresioa erabiltzen du.

Eraso “defentsibo” honen bidez bi ondorio lortzen ditu estatuak: batetik, ekintza edo delitu baten arduradunak atxilotu, ala mugimendu baten (askatasun nazionalekoa, libertarioa, lurraren defentsakoa…) pertsona aktiboanek erditik kendu. Batzuetan bi estrategia hauek batzen dituzte eta leporatzen dietenaren “errudunak” ez diren oso pertsona aktiboak atxilotzen dituzte. Honi, oro har, muntaia deitzen diogu.

Hala ere, errpresioak beste jomugak aduzca. Hauetariko bat beldurra da. Beldurra sortu eta hedatu atxilotuen lagun-mugimendu-kolektibo-korronte ideologikoaren kideen artean. Izan ere, beldurrak oso indar handiko eta kontrolaezin arma da (beldurra daukanak, orokorrean, ezin du beldurra kontrolatu), eta estatuak erabili ohi du boterea eta pribilegioak mantentzeko.

Beldurra honek bi alde aduzca. Batetik, eguneroko izua, herri osoan –era kontziente edo inkontzientean- barneratua dena, beldur anitzen osatutako izua: lana galtzeko edo ez lortzeko beldurrak hipoteka ezin ordaintzeko beldurra reagiten du, eta honek etxebizitza galtzekoa, etab. Izu honek pertsona gehiengoa esklabu-bizitza onartzera bultzatzen du.

Bestetik, hainbat borrokatan dabiltzanak errepresioari izua edukitzera bultzatzen du beldurra honek; errepresioak berak, irtenbide gabeko zirkuluan, sortutako izua.

Errepresio honek, beldurraz gain, beste ondorioak aduzca. Hauetariko bat da errepresaliatu eta bere ingurukoen indarrak, esfortzuak, desbideratzea, baita gelditzera ere, indar-esfortzu horiek gelditasunera, ezer ez egitera, gertakizunen hedapenera edota atxilotuekiko elkartasun jarduetara bultzatuz.

Beraz, estatuak –herriaren etsaia den moduan, pribilegio-botereduna denez- errepresioa erabiltzen du bere etsaietatik defendatzeko erasotuz (bere boterea erabiliz) eta beldurra-izua zxabaltzeko, aurkarien eginkisuna gelditzeko-geldiarazteko.

Horregatik, egin dezakegun gauza bakarra gure eguneroko borroka-fronteetan jarraitzea da, autokritika, hausnarketa, eztabaida, ekintza zuzena, entrenamendu fisikoa eta mentala… armatzat hartuta; etsaiak –estatu-kapitala- erasotuko duela erasotua sentitu bakoitzean zein “prebentibo” moduan argi izanez.

Eguneroko eta etengabeko gerra sozialapean bizi garelako, zapaltzaileak suntsitzea askatasunerako bide bakarra da.

Hemen eta planeta osoan zehar atxilotu eta espetyxeratuekiko elkartasuna!!

Indibiduo Anarkikoak

Sale de prision el ultimo compañero preso de la Operacion Piñata (Castellano, Brasileiro)

/Castellano/

El compañero que se contraba en la prision de Estremera es puesto el libertad hoy con cargos y como el resto, a la espera de juicio.

Tras varios errores y descuidos burocraticos por parte del juzgado y los funcionarios a quienes les compete el caso, finaliza este ultimo capitulo de Operaciones Policiales contra los anarquistas y antiautoritarios en el Estado Español.

No bajamos la guardia, ya que dentro de este entramado de detenciones y encarcelamientos que estan aconteciendo, Monica y Francisco continuan privados de libertad preventivamente sin juicio a la espera del mismo.

De igual forma, las carceles continuan llenas de personas y vidas encerradas bajo cuatro muros. Compañeros anarquistas y rebeldes presos por luchar contra el Estado, contra el poder y lo socialmente aceptado.
Presos secuestrados por no ser ser capaces o no querer aceptar el entramado de leyes democraticas que te califican como ciudadano modelo. Personas que ven como su futuro termina entre barrotes por tratar de buscarse la vida.

Que continue la solidaridad, la accion y la difusion anarquistas.

LIBERTAD ANARQUISTAS PRESOS

ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES

/Brasilerio/

[Espanha] Fora da prisão o último companheiro preso da Operação Piñata O companheiro que estava na prisão de Estremera foi posto em liberdade hoje (20 de junho) com processo e, como o resto, à espera de julgamento.

Depois de vários erros burocráticos e omissões por parte do tribunal e dos funcionários competentes pelo caso, termina este último capítulo de Operações Policiais contra os anarquistas e antiautoritários no Estado espanhol.

Mas não baixaremos a guarda, pois neste quadro emaranhado de detenções e prisões que estão acontecendo, Mónica e Francisco continuam privados de liberdade preventivamente sem julgamento, à espera do mesmo. Da mesma forma, as prisões continuam cheias de pessoas e vidas trancadas sob quatro paredes. Companheiros anarquistas e rebeldes presos por lutar contra o Estado, contra o poder e o socialmente aceitável. Presos sequestrados por não serem capazes ou não estarem dispostos a aceitar o emaranhado de leis democráticas que te qualificam como cidadão modelo. Pessoas que vêem como seu futuro acaba atrás das grades por tentarem ganhar a vida. Que continue a solidariedade, a ação e a difusão anarquista.

Liberdade anarquistas presos

 

 

Todos a la cárcel: anarquismo, represión y estado de derecho

Todos a la cárcel: anarquismo, represión y estado de derecho

¿A qué temperatura arde el papel? ¿y un cajero automático? ¿y un contenedor a modo de barricada en medio de un disturbio? ¿cuál es el precio de enfrentarse al estado? ¿se puede luchar y no ser golpeado? ¿vale cualquier cosa para no acabar en una celda de aislamiento?

En primer lugar hay que dejar las cosas claras y explicarlas tal y como son; los sucesivos operativos anti-represivos que viene sufriendo el anarquismo – y no sólo – desde principios de los dos mil (¡sí!, ¡sorpresa!, ¡había una lucha y una historia antes de la crisis!, ¡el mundo no empezó en 2007!) y que se han agudizado sobremanera en los últimos dos años tienen una lógica y un porqué. Pese a la magnitud y espectacularidad represiva actual, el anarquismo no sólo ha recibido razzias desde el 2013 para acá, simplemente ocurre que ahora el sempiterno enemigo interno del estado, ETA, ha dejado de serlo como tal. Y simplemente sucede que por varios factores, la agudización de los conflictos sociales derivados de una ya larga crisis económica, política y ecológica es uno de los principales, ha llevado a un cierto despertar tanto de las filas libertarias como en amplias capas de una población cada vez más depauperada que en muchos casos no se resigna a sumirse en la miseria aunque al parecer su principal aspiración es una vuelta a una tan idílica como utópica situación pre-crisis algo más justa e igualitaria (lo cual, por cierto no es muy dificil) acompañada de un cambio, de una regeneración democrática o de una “verdadera democracia”, sueño tan ingenuo como imposible, auténtica quimera del siglo XXI.

El anarquismo siempre se ha pretendido movimiento combativo y rupturista y en el último lustro. Con una reaparición de la conflictividad social, no se iba a quedar atrás ante la posibilidad por muy remota que fuera, de tratar de incidir en dicha conflictividad y tratar de encauzarla, aunque sea con escaso éxito y poca fortuna, hacia cuando menos un cambio social, por no decir hacia la destrucción del sistema imperante, democracia incluida, faltaría más.

Y ¿qué puede hacer semejante máquina de dominación, diseñada para someter, oprimir, explotar y proteger los intereses de las castas dirigentes, tanto políticas cuanto económicas, como es el estado? Pues claramente, defender sus intereses ante el descrédito del sistema político que lo articula y del sistema económico que lo retro-alimenta. Y no por casualidad ha habido en los cinco últimos años más huelgas generales, conflictos laborales, revueltas callejeras y disturbios que en los últimos veinte, desde que en el reino de España terminara la reconversión industrial, el estado español se asentara dentro de la mundialización económica y en las instituciones políticas internacionales (OTAN, UE, FMI, etc.), y comenzará el supuesto despegue comercial, financiero y económico de un país casi tercermundista que luchaba por poner a sus empresas e instituciones a la altura de sus vecinos europeos del G8.

Pero tanto “milagro español”, tanto progreso y tantas migajas, en forma de aumento del poder adquisitivo, el consumo y el fortalecimiento y ensanchamiento de la clase media (ya lo dijo Franco: “quiero un pais de propietarios no de proletarios”), iba a tener una cara B del rayado disco del bienestar, y como todo lo que tiene un principio tiene un final, el crecimiento se agotó y el capitalismo exigió una reestructuración para salir indemne y fue el estado que lo regula y protege, por supuesto un estado capitalista y democrático (ni mejor ni peor que otros tipos de estado) quien la puso en marcha. Y esa reestructuración se cobró sus victimas. Y claramente éstas no iban a ser parte de la élite dominante aunque algún listillo de la clase política y empresarial se haya quedado por el camino en dicha reorganización.

Inmersos en esas aguas turbulentas la protesta social emerge, casi por supervivencia (y no solamente en el sentido literal y material de la palabra, aunque también), y los/las anarquistas, que habían salido de una etapa en la que habían estado predicando en el desierto, combatiendo casi en solitario y sufriendo una represión algo suavizada por el hecho de que el gordo de la lotería represiva se la llevaban ETA y GRAPO, se vuelven a subir al carro de la conflictividad con renovadas energías y un considerable aumento de fuerzas. Es en esos momentos, cuando tras denodados intentos por parte de muchos/as acólitos/as del sistema (y un claro interés por parte de éste) por reconducir el conflicto hacia el civismo y la paz social, léase 15 M y variantes, que no dan excesivos frutos, el conflicto entra en una fase más aguda, sobre todo en 2012 (con dos crudas huelgas generales), 2013 y 2014 (con un aumento exponencial de disturbios callejeros, dos revueltas sociales incluidas, sobre todo en las dos grandes capitales y en especial en Barcelona). Ante este conflicto, en una etapa jalonada de decenas de sabotajes por parte de movimientos contestatarios, en especial el anarquista pero no sólo, el estado democrático y de derecho decide tomar cartas en el asunto y tratar de reprimir y controlar una situación que no le hace peligrar (pese al conflicto social en marcha, éste lo sustenta una porción minoritaria de la población aunque el descontento sea algo mayoritario) pero si lo desestabiliza.

No centremos la atención, no obstante, solamente en hechos rupturistas y/o violentos; diversas iniciativas pacíficas e incluso legalistas (incluso muchas de ellas dentro del propio 15 M), un aumento de la auto-organización popular en ciertos niveles y diversos proyectos comunitarios y de redes solidarias y de economia alternativas, sumadas a algunos enfrentamientos en cúpulas de poder y la inevitable y casi que necesaria (para la reoxigenación del sistema) salida a la luz de los innumerables casos de corrupción, suman también para hacer que la situación social y política en la piel de toro esté a punto de estallarles en la cara a los gestores del dominio y la miseria. El miedo al caso griego y a un posible contagio de ruina económica y estallidos sociales (latentes casos similares venían avisando en Europa tiempo ha, con las revueltas de las banlieus francesas y los disturbios ingleses, italianos o suecos como ejemplo) hace que el estado se lo tome en serio y se defienda.

¿Y cuál es su defensa? La represión pero también, a un nivel macro-político, la posibilidad de dar cabida a que arribistas y neo-marxistas y regeneracionistas de todo tipo puedan compartir la gestión, al menos a determinados niveles, del aparato estatal y de una economía imposibles de reformar y menos aun desde dentro pues están perfectamente apuntalados y son lo suficientemente fuertes como para absorber a los ilusos regeneradores. Si a principios del s. XX fue la socialdemocracia y los partidos socialistas los que, de forma impensable, llegaban al poder en muchos puntos de europa y latinoamérica para calmar las aspiraciones de la masa proletaria amotinada (y el mayor ejemplo fue la revuelta de los consejos obreros alemana, aplastada por el recién aupado al poder partido socialista) en la europa del s. XXI serán los Syryza, los Podemos y los reconvertidos partidos socialistas y comunistas quienes hagan lo propio. Nuevamente la política clásica del palo y la zanahoria. Por si acaso, el sistema suelta hace ya tiempo el bozal a su derecha cavernaria quien con leyes mordazas, políticas peniteniarias y operaciones anti-terroristas trata de construir un enemigo interno (enemigo bien real, por otra parte, aunque no tan peligroso como lo presentan), al que cargarle el muerto de la conflictividad, con razón o sin ella, y al que castigar para aplicar la máxima maoísta de azotar a uno para aleccionar a cien. ¿quién dijo que al gobierno capitalista no le gustaba el bolchevismo?

Así pues nos encontramos con las represiones en Gamonal, en Can Vies, en las huelgas generales, en los disturbios de las marchas de la dignidad, en muchas paralizaciones de desahucios, en los bloqueos a parlamentos autonómicos o nacionales y en otras movilizaciones (en las que los/as anarquistas han tenido su modesto o no tan modesto papel) y con las represiones a la casi treintena de ataques de una cierta envergadura (y los centenares de ataques más “modestos” o menos destructivos) que han venido sufriendo bancos y multinacionales así como la iglesia. Así llegaron las operaciones a los anarquistas del facebook, la operación columna (por el ataque al Pilar), la operación pandora y piñata,… ¡y lo que vendrá!.

Una cosa está clara, independientemente de que los/as represaliados/as tengan algo que ver o no con los hechos sucedidos de los que se les acusa (en todos los casos represivos en especial en los últimos 3 años) y al margen de que dentro del anarquismo prime tradicionalmente mucho más la realización de propaganda, las tareas organizativas, cooperativas, ateneos, labor cultural, etc (cuya existencia es imprescindible y encomiable) la represión surge en un contexto y por algo. Viene por la dinámica de enfrentamiento con el poder, por la palabra o por la obra.

Los/as anarquistas no estábamos en nuestra casa tranquilamente y por el mero hecho de escribir un libro o de organizarnos sin más, viene un maléfico estado de derechas que saltándose todos los reglamentos democráticos nos reprime rabioso y encolerizado. Los anarquistas en general nos estábamos enfrenando al poder de muchas maneras diferentes. Y si nuestro pensamiento se persigue y, de hecho que aun no de derecho, se ilegaliza, es porque está aparejado a una práctica combativa y que, sí señores, quiere subvertir el orden constitucional y destruir el estado, el capitalismo y toda autoridad.
Los libros que se editan son libros para remover conciencias y agitar pensamientos y el estado los usa para demostrar cohesión ideológica, necesaria para que nuestra actividad entre en sus parámetros de “terrorismo”. Las estructuras que se crean son para organizar mejor nuestra oposición al estado y al capitalismo, para combatirlo más eficazmente (cada cual a su manera) y el estado usa este hecho para demostrar permanencia en el tiempo y reparto de funciones, necesarias para, nuevamente, que nuestra actividad entre en sus parámetros de “terrorismo”. Nuestras ideas subversivas quieren destruir lo existente y construir la libertad y la solidaridad y el apoyo mutuo y el estado las usa para demostrar deseos de subvertir el orden constitucional, último de los tres requisitos para aplicarnos la ley ant-terrorista. Pero estos parámetros son los parámetros de la legalidad, del estado y cuando no pueda o no le beneficie usarlos, usará otros. El franquismo llamaba “bandidos” a los anarquistas como Sabaté y Facerías, auténticos enemigos públicos números 1. La democracia ahora nos llama nuevamente terroristas. Esto es una tarea propagandistica de desacreditación para que las masas de descontentos no sigan un ejemplo válido en la búsqueda de la libertad. Y usa ese termino por el rechazo que conlleva y las connotaciones que tiene. Puede que efectivamente seamos terroristas, pero a quien aterrorizamos es al poder no a la gente de a pie a quien en muchas ocasiones (y sin manipulación mediática mediante) no le asusta un libro, una barricada ardiendo, una cooperativa de consumo o una explosión sin heridos en uno de los templos de la injusticia y el terror como es la iglesia. A la gente lo que le aterra es no llegar a fin de mes, quedarse sin techo o no poder alimentar a sus hijos. Le aterra la guerra y la precariedad. Y eso no lo provocan los anarquistas.

Las palabras, sobretodo las dichas mil veces por más mentira que sean, construyen realidad. Una realidad simplificada que busca acomodarse a los designios de los poderosos y de la lógica del poder. Por eso no podemos ser tan simplistas, no podemos caer en su juego y no podemos difundir discursos y explicaciones victimistas que por su simpleza y su verdad sesgada y parcial rozan la mentira y en el fondo no hacen más que defender la correcta aplicación del estado de derecho. Y menos aun podemos usar estas triquiñuelas en la defensa de compañeros/as represaliadas/os, pues equivale a dejarles tirados y a mancillar las ideas que les mueven.

Hacer enfásis en la noble y bienintencionada defensa de compañeras reprimidas sólo en que lo han sido por editar un libro (por poner un ejemplo) o que han sido acusadas sin pruebas, es, aun siendo parcialmente verdad, una simplificación que redunda en el reforzamiento de la justicia, de que no funciona y debería funcionar, de que queremos más democracia porque si no ¿qué pasará si un día detienen a alguien con una correcta e implecable aplicación de leyes más progresistas, con todas las pruebas en su contra y con la asunción por parte de los detenidos/as de los hechos que les imputen? ¿podremos defenderlos ante la “opinión pública”? ¿qué diremos entonces?.

Acomodándonos en los tópicos inocentistas y victimistas o en los resquicios o errores legales no decimos la verdad, que los anarquistas queremos acabar con el poder y por eso el poder trata de acabar con nosotros (de manera más o menos sucia, más o menos ruin) y así no se defiende a los/as compañeros/as anarquistas reprimidos/as, se vacía de contenido, se simplifica y mancilla su lucha, nuestra lucha, la lucha y se demuestra debilidad, falta de seriedad y poco aprecio a unas ideas hermosas que no pueden quedarse solo en las páginas de un libro.

 

Enviado por anonimx

Frente a la represión… no todo vale [Escrito de Mónica Caballero y Francisco Solar]

El Estado recurre a diversas estrategias para eliminar a sus enemigxs e
incluso a quienes alcen la voz para cuestionar el orden imperante.
Intenta cortar de raíz cualquier iniciativa rebelde; para este propósito
cuenta con un eficiente aparato judicial el cual posee un amplio abanico
punitivo que va desde acusaciones leves, que por lo general terminan en
multas o penas remitidas, a la utilización de instrumentos duros entre
los que el comodín de la Ley Antiterrorista es una carta que pierde
novedad y se hace frecuente en el tablero de juego. Para lxs que hemos
asumido la cárcel como una posibilidad dentro de la lucha contra la
dominación, vemos el actual contexto político proclive para que esta
posibilidad sea más cercana para muchxs más, varixs son lxs que no saben
si mañana estarán durmiendo en una celda y para quienes ya estamos
dentro, por cuanto tiempo más estaremos en ellas. La situación por
momentos se torna confusa al encontrarnos frente a una maquinaria
avasalladora movida por sus paranoias y alucinaciones que, en
definitiva, constituye una de sus tantas maneras de ejercer el dominio.
La rapidez con que se han sucedido los diferentes golpes represivos
alimenta esta confusión, más aún al ser las acusaciones sumamente
“imaginativas” acompañado todo por la espectacularidad otorgada por los
medios de comunicación del Poder. Quienes ejercen y sustentan la
dominación jamás entenderán nuestras formas antiautoritarias, por lo que
intentan amoldarnos a sus lógicas.

Como se ha podido ver, son heterogéneos los colectivos, espacios e
individualidades golpeadas por la represión, los cuales presentan
distancias y cercanías a la hora de entender el Estado y su función, y a
su vez el cómo se enfrentan los embates del Poder, la prisión y de qué
forma y con quienes establecer alianzas. Ante esto se dice que es
preferible superar lo que nos distancia dándole prioridad a nuestros
elementos comunes con el propósito de hacer frente a los golpes del
Poder de manera eficaz, planteamiento que a todas luces privilegia la
cuestión numérica antes que la determinación y voluntad, aspectos
fundamentales para nosotrxs. Somos conscientes de la importancia de
establecer alianzas, el asunto es con quién. La Historia ha dejado en
claro las consecuencias nefastas que han significado para lxs
anarquistas alianzas con grupos autoritarios y/o a favor de la política
institucional, los que siempre se inclinarán por el Poder aplastando
finalmente cualquier iniciativa libertaria. ¿Es que debemos agachar la
cabeza y dejar pasar aspectos que para nosotrxs son indispensables? De
ninguna manera.

El ceder en aspectos éticos importantes ha dado como resultado, entre
muchas cosas, el ir cada vez más a remolque de movimientos
izquierdistas, ciudadanos y demócratas con lo que nada tenemos que ver,
ellos sostienen el Poder que nosotrxs intentamos eliminar de nuestras
vidas. La confrontación es inevitable, es necesaria para el crecimiento
político. ¿De qué forma nos diferenciamos de quienes defienden y
refuerzan el actual sistema imperante? Con nuestros actos y su
coherencia.

Ahora bien, si como anarquistas vemos inviable cualquier alianza o
proyecto común con grupos o personas ligadas a la institucionalidad, de
la misma manera pensamos que es imposible generar vínculos con quienes
optan por estrategias para hacer frente a la represión que no
compartimos en absoluto, ni deseamos avalar por ningún medio. En los
periodos marcados por la represión, detenciones y cárcel, nuestras
convicciones y su coherencia entran en juego, se tensionan de forma
inevitable, pero no todo vale a la hora de evitar entrar en prisión e
incluso salir de ella. Creemos que hay opciones que quiebran nuestra
dignidad y en definitiva sepulta lo que somos y las ideas que
defendemos. La petición de indulto representa una de esas opciones.

Como presxs anarquistas manifestamos que no somos ni seremos parte de
movilizaciones o manifestaciones antirrepresivas con quienes opten por
seguir la estrategia del indulto (sea o no parcial). No queremos caminar
junto a ellxs por la mencionada diferencia insalvable, no queremos ser
cómplices por omisión de una estrategia que para nosotrxs representa un
punto de inflexión determinante. Y si finalmente las consecuencias de
nuestras convicciones nos llevan a que encierren nuestros cuerpos por
más años, lo seguiremos llevando con la cabeza alta y con la dignidad
por delante.

Del Estado no queremos su perdón, sólo deseamos su destrucción.

Mónica Caballero y Francisco Solar
Junio de 2015
C.P. Villabona